«Catania es la segunda ciudad de Sicilia, situada en el mar Jónico, a la sombra del monte Etna. El Etna es omnipresente y ha influido en gran medida en la historia y la existencia de la ciudad de Catania.
Algunas erupciones destruyeron la ciudad varias veces. Entre ellas, la más devastadora es sin duda la de 1693. Toda la parte antigua de la ciudad fue reconstruida en estilo barroco con grandes y anchas calles y plazas públicas. El aspecto más importante de esta reconstrucción se encuentra en el material que se utilizó: ¡la lava! Catania es esencialmente una ciudad «»gris»», casi única en el mundo por su color. El visitante de Catania que realmente quiere conocer la expresión más natural de su población y descubrir el folclore más auténtico, debe incluir una visita al mercado de pescado, que se caracteriza por los olores y colores del Mediterráneo.
Los alrededores de Catania incluyen no sólo el Etna, sino también las encantadoras aldeas pesqueras de Acitrezza y Acicastello, de antiguas piedras lávicas y aguas cristalinas, y el pueblo de Acicastello con sus senderos entre naturaleza indómita y altas rocas negras en el medio entre mar y volcán. Una visita de gran interés la ofrece también el pueblo de Caltagirone, capital de la cerámica con sus maiólicas hermosas y de colores fascinantes.»